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Cuando lanzó el nuevo Dodge Charger Daytona totalmente eléctrico, Tavares esperaba marcar el comienzo de una nueva era de muscle cars. Sin embargo, la acogida del nuevo modelo fue muy pobre, hasta el punto de que el fabricante de automóviles ya ha desechado la versión base R/T, dejando una sola más equipada a la venta. Hay que decir a modo de justificación que tampoco ayudaron los planes de la administración de EE. UU. que eliminó los incentivos a los vehículos eléctricos y relajó las regulaciones de emisiones... el Charger eléctrico no podría haberse lanzado en un peor momento.
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| Pero, Dodge tiene una segunda opción a la que recurrir: la versión de gasolina del Charger que iba a ser solo complementaria y ahora pasa a ser clave. No con un Hemi V8, sino un seis cilindros Hurricane con doble turbocompresor de 3.0 litros. Resultará crucial en cuanto a si el nuevo Charger es un éxito o un total fracaso. Según los informes, Stellantis está aumentando la producción de los Dodge Chargers ICE de dos y cuatro puertas en su planta de ensamblaje de Windsor, lo que permite que la fábrica regrese a dos turnos. |
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| La planta canadiense de Dodge ha estado funcionando en un solo turno hace ya un tiempo, pero a partir del 23 de junio, aumentará a dos turnos, informa Windsor Star. |
El Charger eléctrico es un gran producto, pero el mercado americano para ese vehículo quiere motores de gasolina. Tavares mostró un total desconocimiento del gusto local. El Charger de gasolina no solo atraerá a los entusiastas de los muscle cars más tradicionales, sino que también se espera que resulte mucho más atractivo para los importantes compradores de flotas que el EV.
Luego está el asunto del V8. Si bien Dodge está investigando si pueden instalar un Hemi en la plataforma STLA Large del Charger, los datos de producción aún no han confirmado si eso es posible.
A principios de este mes, Ram resucitando el Hemi V8, y no sería del todo sorprendente que Dodge decidiera traer de vuelta el clásico motor de muscle car para el Charger. El regreso del V8 sin duda resonaría entre los entusiastas que todavía quieren escuchar el rugido de un gran motor debajo del capot.
Héctor Daniel Oudkerk
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