Pero el hecho es que el Charger Daytona, al abandonar los trenes motrices de combustión interna del muscle car se ha transformado en un fracaso en las ventas.
La situación parece ser tan mala que Dodge, que presentó el Charger Daytona EV a fines del año pasado, ya está ofreciendo a los compradores un descuento de u$s 6.500, según Cars Direct. Eso está en marcado contraste con lo que suele suceder cuando se lanza un automóvil deportivo nuevo, donde los concesionarios sacan mayores márgenes de beneficio siempre que, por supuesto, haya suficiente demanda.
Incluso si el Six se lanza a tiempo y llegara a ser bien recibido por los compradores, Dodge todavía tiene que vender el Daytona eléctrico también. Aparentemente, es más fácil decirlo que hacerlo...
Dodge parece que definitivamente ha escuchado el mensaje que los compradores están enviando alto y claro. Por lo tanto, le corresponde al 6 cilindros salvar el día, lo cual es una tarea difícil. Al EV le falta cualquier cosa menos potencia, así que eso no es un problema; lo que le falta es el carácter de su predecesor ICE.
Más allá de la falta de conexión emocional, está el precio. El nuevo Charger eléctrico, tenía un precio inicial de u$s 59,595 para el R/T y u$s 73,985 para el Scat Pack y eso lo enfrenta cara a cara con el Ford Mustang GT comienza en u$s 46,560. Un BMW 440i Coupé cuesta alrededor de u$s 65K. Incluso el M4, un referente en el segmento, comienza en 80.000 dólares.
Entonces, ¿qué puede hacer Dodge? La nueva plataforma no fue construida para un V8, pero Stellantis podría no tener otra opción. Informes recientes sugieren que la compañía ya está explorando formas de tratar de meter un Hemi en el compartimiento del motor del nuevo Charger, posiblemente no sea antes de mediados del 2026. Si ese movimiento llega a tiempo para salvar el muscle car es otra cuestión completamente diferente. Esperemos que no sea demasiado tarde.
Héctor Daniel Oudkerk
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