El S210 sigue a las ediciones especiales anteriores S209 y S208 en cuanto a más potencia y mejoras integrales en el chasis para convertirlo en el STI definitivo de fábrica. Se inspira en el coche de carreras WRX de Subaru que compitió en las 24 Horas de Nürburgring del año pasado, con un puñado de piezas aerodinámicas y un alerón trasero de fibra de carbono instalado en el exterior.
Debajo del capot se encuentra el motor bóxer turboalimentado FA24 de 2.4 litros de Subaru, que inhala a través de un nuevo sistema de admisión y exhala a través de un escape de baja contrapresión. Combinado con una puesta a punto de la ECU, Subaru apunta a potencias máximas de 296 CV y 277 lb pie.
Para aprovechar esa potencia, el chasis del S210 tiene resortes y amortiguadores especialmente ajustados junto con nuevos casquillos de barra antivuelco traseros. Hay llantas BBS forjadas de 19 pulgadas, mientras que el sistema de frenos utiliza pinzas Brembo de seis pistones, discos perforados y un nuevo compuesto de pastillas, con servoasistencia recalibrada para mejorar la sensación.
Hasta aquí todo bien, pero si hay un elemento del S210 que nos da un poco de aprensión, es la caja de cambios. En lugar de una manual, Subaru ha instalado su 'Performance Transmission', que es esencialmente una CVT con un modo manual que puede imitar una automática convencional de ocho velocidades. Las características del cambio han sido diseñadas para complementar la entrega de potencia del motor bóxer, pero no podemos evitar pensar que el WRX moderno más centrado en el conductor debería venir con tres pedales.
Héctor Daniel Oudkerk
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