lunes, 2 de diciembre de 2024

Industria - Stellantis / Los Agnelli se ponen al volante: John Elkann lidera un comité para garantizar la continuidad operativa de Stellantis. Las acciones de Stellantis caen con fuerza tras la precipitada dimisión de Carlos Tavares.

Las acciones de Stellantis se desplomaron este lunes en cierto momento hasta un 10% hasta los 11,32 euros en la bolsa de Milán, lo que las sitúa cerca de un 60% por debajo del máximo histórico alcanzado en marzo. La abrupta salida de Carlos Tavares, consejero delegado del grupo automovilístico, ha dejado al descubierto tensiones internas en la compañía y genera incertidumbre sobre el futuro del cuarto mayor fabricante de automóviles del mundo.

El domingo por la noche, Stellantis anunció que su consejo de administración había aceptado la renuncia de Tavares, sin ofrecer detalles sobre las razones de su decisión. Esta salida, anticipada más de un año antes, de la finalización de su contrato en 2026, ha sorprendido a mercados y analistas, especialmente porque hasta septiembre la compañía había iniciado un proceso de búsqueda de sucesor, pero se esperaba que Tavares permaneciera al frente del grupo hasta el final de su mandato.

John Elkann, presidente de Stellantis, "ha agradecido" a Tavares sus años de servicio y su papel en la creación del grupo, que nació en 2021 de la fusión entre PSA y Fiat-Chrysler. Sin embargo, detrás de las declaraciones formales, varias fuentes apuntan a crecientes tensiones entre Tavares y el consejo de administración sobre cómo revertir la caída en las ganancias y las ventas en Europa y Estados Unidos.

Carlos Tavares, quien asumió las riendas de PSA en 2014, logró salvar a la empresa francesa de la quiebra y luego orquestó movimientos estratégicos clave, como la adquisición de Opel en 2017 y la fusión con Fiat-Chrysler, que dio origen a Stellantis. Sin embargo, en los últimos meses su estilo de gestión y enfoque estratégico habían comenzado a generar descontento entre los accionistas y socios del grupo.

Fuentes internas citadas por Financial Times apuntan a que Tavares se centraba demasiado en soluciones a corto plazo para recuperar su reputación tras la caída de beneficios sufrida en 2024, lo que habría provocado tensiones con otros directivos y miembros del consejo. Además, las relaciones con concesionarios, proveedores y sindicatos estaban deterioradas, especialmente en Estados Unidos e Italia, donde las amenazas de huelgas y las críticas a los recortes de producción eran cada vez más frecuentes.

Héctor Daniel Oudkerk

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