El domingo por la noche, Stellantis anunció que su consejo de administración había aceptado la renuncia de Tavares, sin ofrecer detalles sobre las razones de su decisión. Esta salida, anticipada más de un año antes, de la finalización de su contrato en 2026, ha sorprendido a mercados y analistas, especialmente porque hasta septiembre la compañía había iniciado un proceso de búsqueda de sucesor, pero se esperaba que Tavares permaneciera al frente del grupo hasta el final de su mandato.
John Elkann, presidente de Stellantis, "ha agradecido" a Tavares sus años de servicio y su papel en la creación del grupo, que nació en 2021 de la fusión entre PSA y Fiat-Chrysler. Sin embargo, detrás de las declaraciones formales, varias fuentes apuntan a crecientes tensiones entre Tavares y el consejo de administración sobre cómo revertir la caída en las ganancias y las ventas en Europa y Estados Unidos.
Fuentes internas citadas por Financial Times apuntan a que Tavares se centraba demasiado en soluciones a corto plazo para recuperar su reputación tras la caída de beneficios sufrida en 2024, lo que habría provocado tensiones con otros directivos y miembros del consejo. Además, las relaciones con concesionarios, proveedores y sindicatos estaban deterioradas, especialmente en Estados Unidos e Italia, donde las amenazas de huelgas y las críticas a los recortes de producción eran cada vez más frecuentes.
Héctor Daniel Oudkerk
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