Con su nuevo propulsor híbrido de 136 CV, el DS3 intenta encontrar el camino hacia el éxito y hacer olvidar al nefasto Puretech de 130 CV.
Es posible que haya acortado su nombre para conservar sólo el de su predecesor e intentar conseguir el mismo éxito. Desgraciadamente, el Ds3 antiguo no está en la calle. El año pasado, sólo se vendieron 5.433 unidades en la propia Francia, un 17,7% menos que un año antes, un período que ya no fue nada bueno para el SUV urbano premium francés.
¿Pero qué le pasa a este auto? Su nicho ciertamente no es el de los más vendidos, y uno de sus rivales, el Audi Q2, tampoco es un superventas. ¿Podrían sus desventuras estar relacionadas con su diseño poco feliz? ¿Y si su falta de éxito estuviera más bien relacionada con su tamaño, que era demasiado pequeño para ser apto para familias? ¿o con su motor Puretech de mala fama? o tal vez todo sumado.
Es sin duda la mezcla de estos elementos la que ha causado la desgracia de este DS3. Pero la marca del grupo Stellantis no se rinde, y el pequeño crossover de menos de 4,20 m sigue probando suerte con una nueva decoración, en serie limitada, llamada Saint Exupery y, sobre todo, equipa el nuevo motor del Grupo que se multiplica a gran velocidad en los coches de la galaxia Stellantis: el 1,2 l mHEV de gasolina de 136 CV.
Tomar prestado el nombre del escritor aviador no transforma el Ds 3 en un coche volador, pero esta serie ofrece algunos elementos decorativos adicionales, como placas que recuerdan al autor de El Principito y un tablero tapizado en cuero marrón... aunque todavía estemos buscando la relación entre el as de la Aéropostale y este coche.
El tablero tan sofisticadamente diseñado tiene sus defectos, empezando por una pantalla que es más lenta que la del avión P38 Lightning en el que murió el autor de Night Flight. Esta pantalla dispone de accesos directos separados que resultan muy prácticos para ajustar el aire acondicionado o la radio sin pasar por los menús. Excepto que son digitales y es posible tocarlos sin darse cuenta al acercarnos la mano.
Otra preocupación: la mala disposición de los controles de las ventanas eléctricas está ubicada en la consola central. Una disposición que, por supuesto, pretende preservar el diseño de las contrapuertas. Pero como somos desconfiados, rápidamente pensamos que la ubicación en cuestión está destinada principalmente a ahorrar algo de dinero en el cableado de las puertas en cuestión. Una sospecha embarazosa para un coche que pretende navegar en la sección premium. Además, del lado del conductor, este mando está muy cerca del botón del freno de mano automático. Sorpresa garantizada en caso de error.
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| DS3 mHEV (2024) "Saint Exupéry" |
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| Por lo demás, el DS 3 se presenta como siempre, con excesivos toques de diseño. También conserva sus fallos, como sus plazas traseras muy por debajo de su categoría y su paqueño baúl de 350 litros. |
Una mala elección: se trata del motor de gasolina e-Mhev de 136 CV. Este tres cilindros de 1,2 litros recuerda a otro más desastroso: el famoso Puretech y sus decepciones. Veremos en uso si este motor es más sólido, en cualquier caso el nuevo bloque tiene cadena de distribución, pero también está ligeramente hibridado, y de forma bastante inteligente ya que el coche así equipado sólo pesa 75 kg más que el Puretech. Versión de 130 CV a la que finalmente sustituirá.
A la nueva caja de cambios automática e-DCS6 se le acopla un pequeño motor híbrido de 28 CV, que elimina el eat8 BVA que, como su nombre indica, tenía 8 marchas. Para alimentar esta pequeña unidad eléctrica, hay una batería de 0,43 kWh escondida bajo el suelo, en el centro del coche.
En carretera, la diferencia entre el sistema antiguo y el nuevo no se nota mucho, salvo una ligera ganancia en el arranque que permite al DS 3 acelerar de 0 a 100 km/h en 8,4 segundos. Gracias a su reducido peso, nunca supera los 5 l/100 km en ciudad y no supera los 6,5 l en trayecto mixto.
Lo cierto es que, y no es ninguna novedad, este DS3 sigue caracterizándose por el confort, y sabiendo esto, su conductor se sorprenderá de su maniobrabilidad en carretera, más que en ciudad, donde su radio de giro es limitado.
¿Suficiente para olvidar la mala fama del coche? Por 40.700 euros tenemos derecho a exigir lo mejor para un SUV urbano. Este DS3 St Ex tiene cualidades, pero se priva de una clientela familiar dada la estrechez de sus plazas traseras y su maletero. Por lo tanto, sólo atraerá a aquellos que se dejen seducir por su complicado diseño y su comodidad de conducción hasta el punto de olvidarse de todo lo demás... y esos no son muchos.
Héctor Daniel Oudkerk (Diario Automotor)
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