lunes, 15 de abril de 2024

Adrian Newey, director técnico de Red Bull Racing opina sobre el futuro de la Fórmula 1 y tiene todo mucha lógica.

Como el diseñador de autos más exitoso de la historia de la Fórmula 1, Adrian Newey ha vivido algunas grandes y no tan buenas de la categoría máxima.

Para crear una F1 exitosa requiere superar un montón de demandas, muchas contradictorias, que hay que tratar de fusionar para crear algo que sea realmente emocionante.

Entonces, ahora en que la F1 está debatiendo los nuevos reglamentos técnicos, hay intriga sobre lo que podemos esperar de 2026, es un momento perfecto para que Newey  de sus pensamientos sobre lo que debería ser la F1.

En el medio Motorsport.com, Newey ofreció una visión pragmática de la dirección que debía tomar la F1 según su parecer.

Dijo Newey. "Creo que la mayoría del aficionado, desde el punto de vista del espectáculo, probablemente pediría por la vuelta de un V10 de altas revoluciones, de aspiración normal. Todos añoramos los V10 e incluso los V8 de la década de 2000. Pero, por supuesto, no son eficientes en el consumo de combustible. Por lo tanto, hay que tener el equilibrio entre el espectáculo y la responsabilidad social, aunque el consumo de combustible de los coches en términos de la contaminación que causa el deporte sea, en realidad pequeño".

"No hay que olvidar que el mayor contribuyente a la F1 es la gente que asiste y sigue las carreras. Y en ese sentido, no es diferente al fútbol o a cualquier otro deporte internacional. Entonces, creo que ese es su primer tema casi filosófico a resolver teniendo presente el espectáculo ¿Se opta uno por la eficiencia, que suele ser relativamente silenciosa, o por el ruido que es en realidad ineficiencia?".

"Y luego, en el lado del chasis, para mí debe ser pequeño y liviano. Los monoplazas se han hecho muy grandes y eso tiene su repercusión en los sobrepasos y por ende en el espectáculo".

"Entonces resuelto esto puedes empezar a debatir qué tan rápido debería ser el coche, en términos de tiempo de vuelta en el rendimiento a alta velocidad, pero lo que tienes que recordar es que la televisión invariablemente tiene la apariencia de ralentizar los coches. Ver un coche de rendimiento moderado no es muy emocionante. Los coches tienen que ser lo suficientemente rápidos para empezar a parecer rápidos en la televisión".

La charla de Newey sobre los enigmas de una futura serie de F1 va al corazón de un conflicto que se encuentra justo en el corazón del automovilismo.

Las autoridades y promotores de las carreras de grandes premios quieren reglas que brinden emoción, mientras que el trabajo de los equipos es producir autos que consigan aburridos 1-2. Producir una victoria entretenida no aporta más puntos. Estas dos fuerzas que, en última instancia, que trabajan una contra la otra son algo que Newey cree que nunca se resolverá por completo. "A menos que lo hagas de forma artificial".

"La realidad es que los reglamentos que tenemos actualmente son posiblemente las más restrictivos que hemos tenido en la historia de la categoría. Cada nuevo conjunto de regulaciones tiende a ser más restrictivo que las anteriores, y el límite de costos también se ha introducido para restringir el gasto de los equipos más grandes frente a los equipos más pequeños".

"Ese es el peligro de la sobrerregulación, que si los autos se volvieron tan sobrerregulados, y se convirtieron efectivamente en carreras de fórmula monomarcaentonces la historia dicta que cada vez que una serie de carreras se ha convertido en una sola marca, invariablemente se vuelve menos popular. El mejor o peor ejemplo, se mire por donde se mire, es la IndyCar a mediados de los 90. Tenías, creo, cuatro o cinco fabricantes de chasis diferentes, tres o cuatro fabricantes de motores diferentes, y su popularidad estaba empezando a rivalizar con la F1 en ese momento".

"Poco después se convirtió en una serie monomarca, ciertamente en el chasis, y bimarca en el lado del motor. Y su popularidad, en verdad, ha caído".

Sin embargo, una F1 exitosa no se trata solo de hacer bien los autos, ya que Newey ve algo igual de importante: el impacto de los neumáticos.

Por mucho que los equipos y los pilotos se quejen de que la F1 se encuentre en una era de degradación de los neumáticos en la que no pueden empujar al máximo en cada vuelta, Newey cree que el equilibrio en este momento es bastante bueno.

"Creo que la degradación de los neumáticos tiende a tener un poco de mala fama", dijo. "Pero personalmente, creo que en realidad es algo bueno. Da lugar a diferentes estrategias, incluso si estás detrás sigues teniendo una oportunidad: como lo hicimos en la carrera de Texas [Austin] el año pasado. Si en esa carrera de Texas la degradación de los neumáticos no hubiera sido significativa, no habríamos tenido ninguna posibilidad de ayudar a Max Verstappen a ganar esa carrera. Y esa es probablemente una de las carreras más emocionantes del año".

"Por lo tanto, creo que la degradación de los neumáticos es más o menos correcta tal y como la tenemos. Significa que así podemos tener diferentes estrategias y que diferentes autos se comportan de manera diferente en diferentes momentos de la carrera".

El tamaño del auto es clave. En medio de las recientes conversaciones dentro de los círculos de la F1 sobre el problema del aire sucio, a pesar de todos los esfuerzos realizados con las reglas de 2022, Newey vuelve a su punto de vista original: que el tamaño de los autos es crítico para crear ese aire turbulento que dificulta los sobrepasos. Dijo. "Los coches se han vuelto muy grandes. Son rápidos y pesados, y creo que es una pena".

"Por lo tanto, la posibilidad de que la F1 vaya a coches mucho más pequeños, más ligeros y más eficientes aerodinámicamente, creo que es la que sin duda defendería".

Newey critica los "extraños" motores de 2026 que según él "Actuarán como generadores todo el tiempo".

"Será una fórmula extraña. Los motores actuarán como generadores casi todo el tiempo. Habrá que acostumbrarse a ello". "No sé si deberíamos hablar de ‘eléctrico de autonomía extendida’, pero parece que los nuevos motores de 2026 funcionarán al revés de un híbrido tradicional. La propulsión será eléctrica, apoyada por el motor térmico cuando sea necesario. Lo contrario que ahora, cuando la potencia eléctrica es un ‘plus’ a emplear en las ocasiones. Porque el motor térmico sólo producía corriente para el motor eléctrico y mantener las baterías a tope".

Desde luego, los ingenieros de ‘software’ tienen y tendrán mucha importancia. Por eso los equipos de F1 están fichando matemáticos –los algoritmos de gestión serán complejos– y también físicos… a la par que buscan nuevos ‘partners’ en el mundo de las baterías, porque éstas representan un desafío clave. Newey lamenta esta elección. 

Para el director técnico de Red Bull, todo es una cuestión de marketing, ofrecer la percepción de que la F1 es relevante tecnológicamente, pero sostiene que "las baterías, por ejemplo, tendrán una química y una construcción bastante diferentes de las que necesita un coche normal".

Para finalizar dijo..."Tenemos la costumbre de recordar las carreras memorables, las batallas inolvidables y llevarlas a los lentes teñidos de rosa", agregó Newey. "y nos olvidamos de las que fueron aburridas". "La realidad es que ha habido muchas carreras aburridas a lo largo de los años, incluso en todas las temporadas".

Héctor Daniel Oudkerk (https://diarioautomotor.com.ar/)

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