Delphi Tula Dynamic Skip Fire Cylinder Deactivation System
Hay varios modelos que actualmente cuentan con un sistema de desactivación de cilindros para mejorar los consumos y emisiones. Sin embargo, GM ha dado un paso más allá y desarrolla desde hace tiempo una tecnología que permite elegir qué cilindros desactivar en un momento determinado para lograr acrecentar aún más la ganancia en eficiencia y emisiones.
Los sistemas de desconexión de cilindros son una invención relativamente moderna, que comenzó su desarrollo a comienzo de los años 80 en EEUU. Aunque no ha sido hasta tiempos recientes, en esta misma década pasada, cuando se ha comenzado a extender al mercado en general con el Grupo VAG considerado a la cabeza de todo ello.
Ello lo consigue al cerrar las válvulas de dichos cilindros y cortar el suministro de combustible. Por supuesto, el sistema también debe modificar ciertos parámetros de los cilindros que quedan en funcionamiento, tales como el momento de encendido de la chispa.
El conductor no debería de sentir nada durante esta situación. Sí que es cierto que se pierde algo de torque durante estos períodos al reducirse la cilindrada efectiva del motor, pero es algo que en una conducción relajada digamos que no se nota.
La investigación ha sido llevada a cabo por la empresa 'Tula Technologies' con la colaboración de GM en los grandes motores V8 de 5.3 y 6.2 litros de los Chevrolet Silverado y GMC Sierra. Este sistema permite un total de hasta 17 patrones de desactivación en estos motores según lo decida la central electrónica.
Los resultados obtenidos son prometedores, pues aseguran una reducción del consumo de un 5 y un 7% frente al equivalente con desactivación de cilindros estándar.
Tula Technologies ha colaborado con la empresa Cummins para el desarrollo de un software capaz de gestionar con la tarea de monitorizar múltiples parámetros y realizar de manera adecuada la desactivación de cilindros.
El sistema ya se implementa comercialmente, aunque solo en los modelos y motorizaciones mencionados anteriormente, ahora los esfuerzos de ambas empresas se centran en la aplicación de este sistema a motores Diesel de seis cilindros.
En este caso, el funcionamiento es algo diferente. Para mantener la entrega de par –muy importante para vehículos de grandes dimensiones–, se inyecta la misma cantidad de combustible. Ello eleva la relación aire–combustible en los cilindros restantes, con sus consecuentes mayores esfuerzos y temperaturas de escape más altas.
Los avances en este sentido podrían, a la larga, implementarse para los vehículos con motores de grandes dimensiones, ya sean nafta o Diesel, cifras que en un cómputo global ayudarían a reducir drásticamente la huella de carbono del transporte mundial.
fuentes: www.youtube.com/, soymotor.com/,
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