viernes, 15 de mayo de 2020

Francia se propone repatriar toda la producción de PSA y de Renault que en los últimos 15 años emigró buscando lugares con menor carga impositiva.

Emmanuel Macron, Presidente francés, acudió a su toma de posesión en un DS 7 Crossback, del Grupo PSA
El Gobierno francés ha lanzado un aviso a las compañías automovilísticas: si quieren recibir ayudas públicas necesitarán repartriar la producción de sus vehículos. Así lo aseguró el ministro de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, en una entrevista con la cadena de radio BFM Business y reproducida por eleconomista.es .
"La industria automovilística francesa se ha deslocalizado demasiado y debe echarse atrás". La repatriación de la producción, según Le Marie, debe ser "la contrapartida" a las ayudas que el Estado francés conceda a las automovilísticas galas para superar la presente coyuntura.
Y es que el Estado francés es juez y parte de la situación por la que atraviesa la industria de la automoción. Francia posee el 15% del accionariado del Grupo Renault. Dicho consorcio ha solicitado ya la inyección de liquidez para paliar los efectos de la pandemia del coronavirus. Concretamente, una inyección de 5.000 millones de euros, como un préstamo garantizado por parte del Estado francés.
"Está en juego nuestra industria del automóvil", aseguró Le Maire en abril, al tiempo que apuntó que hay un millón de empleos ligados a ese grupo en todo el territorio.
Y es que la marca del rombo anunció en la presentación de resultados de la compañía, el pasado 23 de abril, que está reduciendo su estructura de costes para contener la pérdida de más de 5.000 millones de euros de efectivo que registró durante el primer trimestre de 2020, cuando su facturación cayó un 19,2% con respecto al mismo periodo del año anterior.
Además Francia posee el 6% del accionariado de la fusión de los conglomerados automovilísticos PSA y FCA, cuya viabilidad analizará la Unión Europea antes del 17 de junio. Previo a la firma de fusión, el Estado galo poseía un 12% del accionariado de PSA. Además, con la fusión de PSA y FCA, el grupo chino Dongfeng, que también poseía el 6% del accionariado, venderá 30,7 millones de acciones, que comprará PSA y serán canceladas, con el resultado de una titularidad del 4,5% del nuevo grupo. Pero la mayoría del accionariado lo tiene la familia Agnelli, a través de Exor, pues cuenta con un 14% del capital de la fusión entre ambos consorcios.
Esta demanda por parte del Gobierno francés ni es nueva ni tiene que ver con la crisis del coronavirus. En los últimos 15 años, los distintos ministros galos han estado estrangulando, y de qué forma, este sector, el cual, debido a los costes de producción de otros países, se ha terminado deslocalizando por todo el mundo. (más impuestos hacen que las industrias emigren...)
Y es que la producción de vehículos se divide en tres sectores en función de su competitividad: premium, medium y low cost. En el primer escalón se encontraría la producción de las factorías alemanas y francesas; en el segundo, la española y la portuguesa; y en el último, la eslovaca y la marroquí. Así, modelos como el Peugeot 208 se fabrican en Eslovaquia y Marruecos, mientras que el Peugeot 2008 se ensambla en la factoría que PSA tiene en Vigo.
Pero ahora el Estado francés está preocupado. Para 2030 quiere tener una producción de vehículos eléctricos del 20%-25%, según declaraciones de Hervé Guyot al periódico francés Les Echos.

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