Las ventajas que supone tener una caja de cambios en cuanto a aceleración y velocidad máxima son bastante obvias cuando la aplicamos a un motor de combustión con una velocidad de giro muy limitada. En cambio, cuando hablamos de coches eléctricos con motores que alcanzan velocidades de giro dos o tres veces superiores y que desarrollan su par máximo desde el primer instante, lo habitual es que se ofrezcan con una única velocidad, un estereotipo que Porsche está dispuesto a romper con la ayuda de ZF.
La caja de cambios permite al Porsche Taycan desarrollar aproximadamente un 20% más de fuerza par desde el arranque hasta superados los 60 km/h. Llegados a los 95 km/h, el vehículo realiza un cambio de velocidad para engranar la segunda marcha y así ser capaz de alcanzar velocidades superiores con una exigencia menor para el motor.
En la primera fase de aceleración, de 0 a 100 km/h aproximadamente, se reduce el tiempo de 3,2 a 2,9 segundos, mejorando la aceleración en tres décimas. Otras 5 décimas se obtienen en el tramo de recuperación, entre 70 y 130 km/h. A altas velocidades los beneficios siguen siendo notables, con 0,4 segundos menos para pasar de 130 a 190 kilómetros por hora.
En cuanto a autonomía el hecho de que la marcha larga esté engranada siempre a velocidades superiores a 100 km/h corrobora que los ingenieros de Porsche han querido optimizar precisamente el rendimiento en autopista de su vehículo eléctrico.
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