sábado, 19 de enero de 2019

El accidente de Felipe de Edimburgo de 97 años reabre el debate sobre conducción y edad


El fuerte accidente Felipe de Edimburgo, de 97 años, del cual el marido de la Reina Isabel II salió increíblemente ileso, ha reabierto el debate acerca de la conveniencia de que las personas de avanzada edad puedan conducir.
El noble circulaba por los alrededores de la casa de campo propiedad de su esposa la Reina Isabel II, situada en Sandringham, en el condado de Norfolk, a los mandos de un Land Rover que él mismo conducía, y en el que estuvo implicado otro vehículo con el que impactó, al incorporarse a una carretera tras un cruce. Lo cierto es que Felipe de Edimburgo es un conductor muy activo, que incluso transporta habitualmente a la Familia Real. Su carnet, como el resto de ciudadanos británicos a esas edades, se renueva cada tres años.
Sin embargo, el accidente ha abierto el debate acerca de la idoneidad de que las personas de avanzada edad sigan conduciendo, abogando algunas voces por poner un límite similar al de acceso al permiso de conducción. Sin embargo, las estadísticas demuestran que las personas mayores se ven implicadas en menos accidentes. Y es que la prudencia y la experiencia son un elemento fundamental en su estilo de conducción.
La Organización Mundial de la Salud –OMS- aconseja “no apartar de la conducción a los mayores si no hay razones que lo justifiquen” porque para estas personas, el vehículo les permite una mayor integración social, así como independencia vital y calidad de vida. No debería ser su edad, sino sus habilidades motoras, visuales y psicológicas las que deberían motivar si mantener o no el permiso. La Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial señala que "el conductor debe estar en todo momento en condiciones de controlar su vehículo" pero no se dice nada sobre la edad máxima para poder conducir. Y según varios estudios, los mayores de 65 años se ven involucrados en un 10% de accidentes de tráfico con víctimas mortales.
Por su parte, Europa tiende a no limitar el permiso por la edad, pero sí a restringir la conducción a ciertas horas del día o en zonas determinadas. En el caso de España, la renovación del carnet de conducir a partir de los 65 años pasa de los 10 a los 5 años. Sin embargo, la gran mayoría de personas de esa edad hacia adelante, superan sin problemas las pruebas requeridas para la renovación, por lo que no hay motivos legales para no concederles la renovación. ¿Deberían tomarse medidas restrictivas? La realidad es que no hay motivos para ello, y sólo se trataría de la pérdida de un derecho para personas perfectamente capaces de conducir.

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