Internet ha cambiado la forma en que las marcas de coches presentan sus modelos y las 16 ausencias que registra el Salón de París dan que pensar acerca de la situación actual de las muestras automovilísticas
El Salón del Automóvil de París se celebra entre los días 4 y 14 de octubre con una larga lista de ausencias entre las marcas asistentes. ¿A qué se debe esto? ¿Son este tipo de muestras todavía necesarias? Lo que ocurre es que el mundo cambia, y el sector del automóvil no es ajeno a ello.
No hace mucho tiempo que los salones del automóvil se esperaban con ansiedad. Allí podíamos ver la gran mayoría de las novedades que estrenaban todas las marcas porque apenas una quería perderse un evento de este estilo. Eso ya no es así. Si no, solamente hay que ver la relación de ausentes del próximo Salón del Automóvil de París, el más antiguo del mundo y el más importante en suelo europeo –se alterna cada año con Frankfurt– después del de Ginebra. En total hay 16 firmas automovilísticas que no acudirán a la capital francesa. Son Abarth, Alfa Romeo, Fiat, Jeep, Nissan, Audi, Volkswagen, Volvo, Opel, Mazda, Infiniti, Mitsubishi, Subaru, Ford, Lamborghini y DS.
¿Por qué sucede algo así en un evento de la magnitud de éste? Lo primero que hay que tener en cuenta es que la inversión que ha de hacer cada marca para acudir a un salón es millonaria. Siempre lo ha sido. Sin embargo, hace años esta inversión tenía un retorno que se consideraba, como mínimo, suficiente. A día de hoy, la implantación de internet como el medio de información predilecto de casi todo el mundo hace que las novedades que se van a desvelar en un salón cualquiera ya estén más que vistas. La capacidad de sorpresa y, por tanto, de hacer una publicidad que impacte en el consumidor se ha reducido mucho. Llegados a este punto muchas marcas se plantean si el beneficio de acudir a estos eventos es mayor o menor que organizar uno exclusivo. Ahí tenemos el ejemplo del reciente Audi e-tron por nombrar uno. De haberlo presentado en París hubiese tenido que compartir protagonismo con muchas otras novedades de tronío, y eso sin contar que ya sabíamos muchas cosas sobre él. Resulta mucho más rentable organizar un evento privado, mucho menos costoso, en el que el único protagonista sea el vehículo a presentar. ¿Cuántos días llevábamos pendientes del Audi eléctrico antes de conocerlo?
Otro de los cambios que vive actualmente el sector de la automoción es el tipo de interés que provocan los coches en los clientes. Nos guste o no cada vez se habla menos de caballos y de prestaciones, y sí de tecnología y conectividad. Esto hace que los vehículos tomen más y más protagonismo en ferias que en principio no tienen mucho que ver con las cuatro ruedas. Se abre por tanto otro mundo de promoción para las marcas que bien puede sustituir a los salones del automóvil tal y como los hemos conocido siempre.
Llegados a este punto no tiene sentido tener una cantidad casi infinita de muestras automovilísticas a lo largo y ancho de todo el mundo. De hecho, las 16 ausencias de París son un claro síntoma de que con un salón por continente, o bien dos o tres grandes muestras al año podría ser suficiente. Y desde luego no con la intención que se ha perseguido hasta no hace tantos años. Es imposible que, tal y como es la información hoy en día, se logren esconder tantas novedades como antes hasta que comience la feria en cuestión. La nueva era que nos toca vivir es así, por lo que las diferentes marcas se adaptan según sus criterios y tratan de reubicar sus presupuestos a donde más les convenga.
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