domingo, 10 de diciembre de 2017

LA TRIPLE CORONA ... GRAHAM HILL EL ÚNICO EN LOGRARLA.

La aparición de Fernando Alonso en el Indianápolis 500 de este año ha sido anunciada como un paso hacia un intento del español de convertirse en el segundo piloto en ganar la Triple Corona en automovilismo. Pero la definición de en qué consiste la Triple Corona está lejos de ser clara ...
Le tomó a Graham Hill una década lograr distinguirse de cualquier otro piloto de competición en la historia. El mundo de las carreras está unido al reconocer al británico como el único titular de la Triple Corona de las carreras.
La sabiduría convencional sostiene que el honor pertenece a un piloto que puede ganar el GP de Mónaco, el Indy 500 y Le Mans. Hill, famoso, hizo de Mónaco su campo de juego: obtuvo cinco victorias en el Principado. Pero donde las cosas se ponen difíciles es que el propio Hill definió la Triple Corona de manera diferente.
"Es el Campeonato Mundial de Pilotos, las 500 millas de Indianápolis y la carrera de 24 horas de Le Mans", le dijo a un presentador de televisión británico a principios de 1975. Cimentó su postura con el seguimiento, cuando se le preguntó cuál de los tres los títulos significaban más para él.
"Indianápolis produjo más botín que los demás", dijo. "Le Mans fue muy agradable de ganar después de tantos años de intentarlo, y eso es lo que significaba que gané la Triple Corona, pero de todos ellos, uno tiene que decir el Campeonato Mundial, porque es toda una serie de carreras durante un año completo ".
               
Todo fue logrado por un conductor en su mejor momento, una descripción que cada vez era más difícil asociar con Hill en 1972. Ese año marcó su décima visita a La Sarthe, e hizo el viaje en medio de las crecientes especulaciones sobre su futuro en la F1 , donde el ya veterano de 43 años estaba luchando miserablemente con Brabham.
Pero si Henri Pescarolo estaba preocupado por compartir su Matra MS670 con un piloto en declive, se llevó una sorpresa. Puede que Hill ya no haya podido bailar al filo de la navaja, pero Le Mans en aquel entonces exigía sensibilidad mecánica al 95 por ciento de esfuerzo, y eso le iba bien a Hill. Se puso al frente justo después de la medianoche, y a la tarde francesa  el lugar especial de Hill en la historia de las carreras ya había sido asegurado.





Es un punto puramente académico, porque independientemente de dónde dibujes la línea Triple Crown, Hill sigue calificando para el honor. Sus dos campeonatos mundiales se celebraron con seis años de diferencia: el primero en 1962, cuando le dio a BRM su único título, y nuevamente en 1968, esta vez como el líder de Lotus después de la muerte de su compañero de equipo Jim Clark en abril en Hockenheim. También ganó Mónaco en 1968. Esos títulos marcaron su victoria en Indy, que ganó como un novato un tanto avergonzado de la carrera de 1966, cuando fue eliminado en un choque al principio.
    Va a ser muy difícil que pueda igualarse este récord pese a los esfuerzos de Fernando Alonso por lograrlo.


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