 |
| Para Rolls-Royce, el lujo nunca es simplemente una mezcla de materiales o mecánica sofisticada. Se encarna sobre todo hacia la artesanía a medida, donde cada detalle tiene un significado. La última creación, el Phantom Dentelle, es una brillante demostración de ello. |
 |
| Encargado por un acaudalado cliente de Oriente Medio para su padre, esta pieza única se diseñó en torno a un objeto simple: una pieza de encaje artesanal. En manos de los artesanos de Goodwood y la Oficina Privada de Dubái, se ha transformado en una auténtica obra maestra sobre ruedas. |
 |
| No es precisamente la belleza del resultado lo que destaca, a pesar de las 160.000 puntadas de bordado, los reflejos perlados o el Espíritu del Éxtasis en oro rosa. Lo más impactante es que se trata de un automóvil único. |
 |
| Al elegir el encaje antiguo como inspiración y sobre todo al Rolls-Royce aceptar el reto, demuestra que su departamento de Bespoke ya no conoce límites. Cualquier cosa puede convertirse en un punto de partida: una reliquia familiar, un motivo arquitectónico, el color de un atardecer. |
 |
| Con este Phantom estamos muy lejos de los catálogos de opciones: entramos en la era de la historia hecha a mano, donde ya no elegimos un acabado, sino un recuerdo que realzar. |
 |
| Más que un simple capricho estético, el Phantom Dentelle ilustra una revolución en el mundo del lujo: el arte de transformar lo infinitamente personal en algo universalmente admirable. |
Esperemos que al padre le agrade el regalo de su hijo...y que no le parezca un poco recargado y de dudoso gusto.
Héctor Daniel Oudkerk
No hay comentarios:
Publicar un comentario