"Cosworth ha estado a la vanguardia de la tecnología de los deportes de motor durante décadas, y nuestra última evolución del volante CCW Mk3 establece un nuevo punto de referencia para el rendimiento en IndyCar", dijo Ethan Duncan, gerente de la filial en los EEUU. de la compañía británica.
Su diámetro se mantuvo en el rango de los 280 milímetros, pero su peso se redujo de 2.3 a 1.7 kilogramos, en comparación con su predecesor, el Mk2. Además, el sistema de cambio de marchas con levas de empuje/tirón ofrece un cambio de marchas más intuitivo. Se ha mejorado el espacio para los pulgares en el volante, con la finalidad de reducir el riesgo de que se lesionen durante potenciales incidentes.
Además cuenta con una pantalla TFT cuyas dimensiones aumentaron, pasando de 94 a 108 mm de largo y de 53.85 a 64.8 mm de ancho. Los indicadores LED en colores RGB son personalizables para los botones, los interruptores giratorios y las luces de cambio, permitiendo ajustar la visibilidad en función a lo que pase en las competencias y a las preferencias del conductor.
"El CCW Mk3 es un cambio radical desde el sistema de paletas de empujar/tirar hasta la retroiluminación personalizable y la pantalla TFT, hemos equipado este volante con tecnología avanzada para brindar a los pilotos de IndyCar la mejor experiencia posible".
El reglamento de IndyCar exige que los botones activen las funciones de Neutral (para detenerse por completo), Reversa, el Push-to-Pass, la energía para regenerar y recopilar el sistema híbrido, el limitador de velocidad en la zona de pits y el Weight Jacker (el nivel de distribución del peso). También incluyen el botón de radiocomunicación, el que permite beber líquidos y el que ajusta el brillo del displáy. Los interruptores giratorios pueden cambiar la información que se muestra en la pantalla y el mapeo del motor. Todo eso a velocidades que superan los 300 kmh.
Héctor Daniel Oudkerk


No hay comentarios:
Publicar un comentario