Una de las maneras de salvarse para la compañía sería vender parte de su inmensa flota de automóviles. Solo en Estados Unidos, tiene más de 560.000 vehículos. Aunque no todos esos autos son propiedad de Hertz, o de alguna de sus dos filiales Dollar y Thrifty, pues también existen varios franquiciados que operan bajo las marcas de Hertz.
El problema para Hertz a la hora de vender parte de su flota es que el mercado del usado está en mal momento, al igual que el de los nuevos, por causa de pandemia de covid-19.
Sin turismo ni viajes a la vista, no hay salvación....Según Bloomberg, los dos principales bancos con los que trabaja Hertz, Deutsche Bank AG y Barclays Plc, deben decidir en las próximas dos semanas si dejan que Hertz pueda generar ingresos vendiendo activos, o bien dejar que se declare en concurso de acreedores.
El accionista principal de Hertz, Carl Icahn (con el 39 % de las acciones de la compañía) ya ha efectuado una inyección de capital en la compañía después de tener que despedir en Estados Unidos a 10.000 personas y evitar el pasado 5 de mayo una situación que habría la compañía a la bancarrota.
El principal problema de Hertz es el mismo al que se enfrentan las compañías aéreas y del sector turismo en general. Si no hay turismo o viajes de trabajo por causa de pandemia de coronavirus, casi nadie alquila autos. Evidentemente, Hertz no es la única compañía de rent-a-car que está atravesando dificultades. Avis, por ejemplo, ha registrado unas pérdidas de 158 millones de dólares.
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