La asociación UFC-Que Choisir acaba de apuntar a Renault en un gran affaire. Según ella, más de 400,000 ( se habla de hasta 600.000) motores de nafta de 1,2 litros con el nombre H5FT tienen un problema de diseño que puede provocar una rotura prematura.
El problema estaría relacionado con un mal funcionamiento de la presión del conducto de admisión, aparentemente ya conocido por el fabricante del motor desde 2015. Los motores en cuestión serían 1,2 litros turbo de unidades H5FT de gasolina producidos entre octubre de 2012 y julio de 2016 y podrían tener un consumo excesivo de aceite, provocando averías prematuras.
Este motor 1.2 de gasolina, compartido por Renault y Nissan como fruto de su alianza, tiene por código interno la nomenclatura H5FT y comercialmente se le ha denominado TCe en Renault y DIG-T en los Nissan. Se dejó de fabricar en 2016, siendo sustituido por el 1.3 TCe, y ofrecía potencias de entre 115 y 130 CV. La factoría de Renault en Valladolid lo fabricó entre octubre de 2012 y julio de 2016.
Durante esos años se montó en todo tipo de modelos de Renault, Dacia y Nissan: desde el Clio hasta el Kadjar, pasando por Mégane, Captur, Scénic y Kangoo; los Dacia Duster, Lodgy y Dokker; y los Nissan Qashqai, Captur y Juke y modelos de Mercedes clase A.
Al parecer, una presión demasiado baja en el colector de admisión es lo que provoca este consumo excesivo de aceite. Esta circunstancia se da especialmente en uso urbano, quemándose aceite durante el proceso de combustión, y puede acabar generando una avería fatal.
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