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Lo último de Nio se llama Firefly: una sub marca que debuta con este urbano eléctrico que llegará a finales de 2025 a Europa. |
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Firefly, estará dedicada a fabricar autos eléctricos compactos premium. Su modelo de debut incorporará la interesante tecnología de intercambio de baterías de Nio, que permite reemplazar la batería por otra cargada en minutos utilizando una estación especial. |
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El primer modelo de Firefly, guarda un cierto parecido con el Honda e con una excepción en su diseño: esa inusual configuración de sus ópticas frontales, muy parecidas a la cámara triple de un smartphone. De cualquier manera, tiene una apariencia única al menos visto desde el frontal y la trasera. |
Por otro lado, aquellos con buena memoria recordarán también que el nombre Firefly no es nuevo ya que fue utilizado por Pontiac en algunos compactos del pasado, así como también sirvió para denominar al primer prototipo de coche autónomo de Waymo.
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Lo que es nuevo sin duda, es la interesante tecnología de intercambio de baterías de Nio que evita los largos períodos de recarga y que por otra parte siempre se cuenta con una batería nueva que poco a poco se ha ido aproximando a Europa, si bien el fabricante chino aún no ha especificado la capacidad de la batería que montará en este coche ciertamente pequeño. |
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Por ahora no se espera una capacidad por encima de los 60 kWh, pues este primer modelo de Firefly apunta al tamaño (y al precio) del Mini Cooper o el Renault 5 E-Tech. Por ahora se desconocen sus cifras de prestaciones, aunque es más probable que el Firefly priorice la autonomía en lugar de las aceleraciones absurdas. |
Curiosamente, el Firefly será inusualmente caro en China entre los eléctricos de su tamaño, con un precio de 148.800 yuanes que, al cambio, suponen 19.578 euros. Por ello, será un modelo premium en su mercado doméstico ya que al precio de compra hay que sumarle el alquiler de la batería.
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¿Triunfará el Firefly donde no lo consiguió el Honda e en el cual tanto se inspira? Los aranceles de la Unión Europea obviamente no lo ayudarán. No obstante, el modelo comercial de Nio y su batería como servicio (BaaS) debería rebajar varios miles de euros su tarifa, siempre y cuando la marca se esfuerce para convertir sus estaciones de intercambio de baterías en una visión común, como ya lo son en China. Cuando salga a la venta en la primera mitad de 2025, el Firefly será uno de los coches eléctricos más interesante del mercado europeo. |
Héctor Daniel Oudkerk
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