domingo, 22 de diciembre de 2024

Historia / El nacimiento de RedBull desde las cenizas de Jaguar. El negocio del siglo de los austríacos.

Actualmente Jaguar como marca está pasando una época de crisis y es noticia por tratar de reinventarse como 100% eléctrica para sobrevivir pero hubo una época en la que "The cat" todavía rugía fuerte e intentó ingresar a la Fórmula 1. Esto ocurrió hace solo dos décadas, pero todo terminó mal y Jaguar finalmente vendió su equipo de Fórmula 1 a Red Bull por solo un euro, permitiendo a los austríacos hacer el negocio del siglo.

El proyecto de Jaguar lo tuvo todo. A Niki Lauda como jefe de equipo, a un piloto de élite como Eddie Irvine de estrella, el apoyo de Ford detrás e incluso un Fernando Alonso en su mejor momento haciéndoles de probador. Tuvieron todo en la mesa, salvo éxito. Y tras cinco años el equipo acabó fundido por el despilfarro económico y nunca más a la Fórmula 1.

La aventura de Jaguar en la Fórmula 1 comienza allá por 2000. El gran Jackie Stewart se cansó del equipo por él creado, el Stewart GP que incluso ganó una carrera en 1999 y decidió ponerlo en venta. No tardó en salirle un comprador: Ford, la marca que le suministraba los motores Cosworth V10 3.0. Para potenciar su marca de lujo, Ford decidió que su equipo de Fórmula 1 se iba a llamar Jaguar... se promocionó como "The Cat is Back".  Lució su color verde británico con el jaguar rugiendo incluido, pero el dinero salía directamente de los Estados Unidos. Y nada más llegar dieron un gran golpe de efecto: contrataron como piloto estrella a Eddie Irvine que venía de ser subcampeón del mundo de pilotos y campeón de constructores con Ferrari el año antes, 1999

Pero Jaguar no era Ferrari, e Irvine tardaría poco tiempo en darse cuenta. Aquel primer Jaguar R1 que debutó en el GP de Australia 2000 tan solo fue capaz de sumar cuatro puntos en toda la temporada, todos de Irvine. El otro piloto, Johnny Herbert, que se había quedado en Jaguar desde Stewart GP, acabó la temporada en blanco. Sin un mísero punto.

Eso le costó a Herbert su carrera en la Fórmula 1. Fue despedido y nunca más volvió, mientras que su lugar en Jaguar lo ocupó Luciano Burti, el piloto de reserva y tester. Pero los resultados tampoco llegaban en 2001, así que Ford decidió cortar por lo sano: tras solo unas carreras echó al jefe del equipo, "Bobby" Rahal (foto), pensando que lo suyo era la Indy y no la F1 y lo reemplazó por una figura indiscutible Niki Lauda.

La primera decisión de Lauda al frente de Jaguar fue despedir a Luciano Burti a mitad de temporada para reemplazarlo por el español Pedro de la Rosa. La mejoría con Lauda al frente se hizo patente en Mónaco, donde Irvine consiguió el primer podio de la historia de Jaguar en la Fórmula 1, solo detrás de los dos Ferrari.

Jaguar acabó el año con nueve puntos, seis de Irvine y tres de de la Rosa, lo que significa una discreta mejora respecto al debut. Y es aquí donde Niki Lauda intentó darle el empujón definitivo al proyecto de Jaguar-Ford en la Fórmula 1 con dos nombres clave: el ingeniero Adrian Newey y un entonces muy joven Fernando Alonso.

Lauda se lanzó de cabeza a por Newey, sabedor de que el británico no estaba a gusto con el ambiente de McLaren y había ciertas disputas internas. Pero entonces Newey rechazó ir a un equipo en el que acabaría solo tres años después.

En cuanto a Alonso, Lauda consiguió que se llegase a subir al Jaguar e hiciese como probador en algún test, pero cuando quiso convertir a Alonso en piloto titular subiéndolo a la Fórmula 1 se encontró con la oposición frontal de Briatore que lo mantuvo en Renault.

En 2002 Jaguar consiguió otro podio, el segundo y, aunque aún no lo sabían, el último. Lo hizo Irvine en Monza, justo antes de anunciar su retirada de la Fórmula 1. De la Rosa ni siquiera consiguió sumar un punto ese año, así que sin Alonso, sin Newey, sin grandes resultados y sin un proyecto claro de futuro, Ford decidió reducir la inversión.

Para 2003 Jaguar despidió a Niki Lauda. El nuevo jefe del equipo fue John Hogan (abajo) y su misión, muy clara: abaratar costos y sobre todo ir buscando comprador para el equipo. Porque Ford estaba empezando a notar lo que era invertir sin ganar esa Fórmula 1.

Jaguar fichó como piloto a Mark Webber y a Antonio Pizzonia empezó la temporada como titular, pero tras pésimos resultados y un bizarro incidente en el que estrelló un Jaguar S-Type R en la primera curva de Barcelona mientras paseaba a un VIP, el brasileño fue despedido. Su lugar lo ocupó el añorado Justin Wilson, que sumó un punto en las pocas carreras en las que participó.

A esas alturas de la película ya todo el mundo tenía claro que Jaguar era un equipo en venta. Para 2004 mantuvieron a Webber y subieron en el segundo coche a Christian Klien, un joven novato austriaco que venía con un patrocinio de Red Bull debajo del brazo. 

Hogan estuvo a punto de venderle el equipo Jaguar a unos inversores chinos que además estaban dispuestos a mantener los motores Ford en la parrilla. La idea era crear algo así como un equipo China Ford sobre los restos de Jaguar, el que habría sido el primer equipo chino de la Fórmula 1.

Pero ni los chinos ni especialmente Ford estaban plenamente convencidos de la maniobra, que se acabó disipando cuando estaba ya lista para firma. Los que sí tenían un interés real eran los de Red Bull, pero con una condición: ellos asumían el equipo sin pagar ni un solo euro por su compra.

Finalmente la venta de Jaguar a Red Bull se produjo el último día de inscripciones para la siguiente temporada, a finales de 2004, a cambio de un dólar. Ese equipo, hoy vale casi 3.000 millones de dólares y ha ganado ocho mundiales de pilotos y seis de constructores en los últimos 20 años. Y, sí, con el ingeniero Adrian Newey como pilar fundamental del proyecto.

Ese fue el final de la historia de Jaguar en la Fórmula 1 que quiso hacer lo que después hizo Red Bull gratis a su costa.

Héctor Daniel Oudkerk

fuente : https://www.motorpasion.com/

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