Unos 4.000 directivos de VW renunciarán a bonificaciones equivalentes a alrededor del 10 por ciento de sus ingresos anuales el año que viene y en 2026, con nuevos recortes menores hasta 2030. Este es uno de los resultados de las conversaciones con el sindicato para hacer más competitivo al mayor fabricante de automóviles de Europa, informa el medio Süddeutsche Zeitung.
Aunque ambas partes acogieron con satisfacción el acuerdo, los recortes son menos drásticos de lo que la dirección había previsto inicialmente. VW quiere comenzar de nuevo mientras la compañía enfrenta una participación de mercado cada vez menor en China y una demanda cada vez menor de vehículos eléctricos en Europa y Estados Unidos.
Además del costo laboral alto también influyó una estrategia nefasta con el auto eléctrico, que pese a facturar cerca de 320.000 millones de euros el año pasado, Volkswagen lleva meses señalando su baja rentabilidad. La marca se enfrenta a un déficit de demanda de unos 500.000 coches, lo que se ha incrementado con la feroz competencia china en Europa: un mercado del que es muy dependiente. En total, la firma ha invertido 73.000 millones de euros en el desarrollo y producción de modelos eléctricos, la mitad de su inversión total en los últimos años y está resultando un gran fracaso. Lo indicado era haber apostado a los híbridos como lo hizo Toyota.
Héctor Daniel Oudkerk
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