miércoles, 10 de agosto de 2022

WEC / Jim Glickenhaus, dueño de la Scuderia Glickenhaus, dice que está listo para vender los Hypercars de su marca a equipos privados a partir del próximo año.

¿Habrá muchos Scuderia Glickenhaus 007 powered by Pipo en el Campeonato Mundial de Resistencia en 2023? Por el momento es demasiado pronto para responder a la pregunta, pero el equipo dirigido por el director de cine Jim Glickenhaus dice que está listo para fabricar Hypercars para equipos privados en el futuro.

Jim Glickenhaus tiene un gran proyecto para agregar Hypercars al Campeonato Mundial de Resistencia en 2023, podemos leer en las redes sociales de la estructura estadounidense. Glickenhaus está en conversaciones para vender autos de módicos  u$s 2.5 millones a equipos privados en el Campeonato Mundial de Resistencia".

Si el precio de 2,5 millones de dólares puede parecer alto para la gente común, Jim Glickenhaus por su parte afirma que ofrecen un precio de venta es más bajo que cualquiera de otro en el mercado probablemente refiriéndose a marcas como Porsche y BMW y sus LMDhs. Además, el jefe de equipo que tiene el palmarés de terminar en el podio de las últimas 24 Horas de Le Mans se muestra confiado ya que ya hay cierto interés por su Hypercar.

Tenemos varios equipos que están considerando seriamente comprar uno de nuestros Hypercars”, dijo Jim Glickenhaus al medio AutoWeek. "Ofrecemos nuestro Hypercar a un precio más bajo que cualquier otro”. A los 2,5 millones de dólares, los futuros compradores tendrán que sumar un cheque de medio millón para recibir los repuestos para el 007. "En las 24 Horas de Le Mans, prosigue...no nos importará cual es el automóvil que gana.. Solo nos importa que sea un Glickenhaus"...

Si de momento solo un 007 de la Scuderia Glickenhaus ha estado inscrito en el WEC durante 2 temporadas (2 en las 24 Horas de Le Mans), el equipo de Jim Glickenhaus podría ver incrementadas sus posibilidades de victoria en la Sarthe con la potencial llegada de cliente equipos de 2023.

Héctor Daniel Oudkerk.

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