martes, 26 de julio de 2022

Mercedes Benz Vision EQXX: lo que podemos esperar del futuro (eléctrico).

Bajo, aerodinámico y con un diseño que se estrecha hacia atrás. Vidrios rasantes, techo oscuro y luneta trasera que esconden 117 paneles solares. Una larga cola negra que va hacia arriba. Más que un automóvil, el Mercedes-Benz Vision EQXX parece una nave espacial.

Frente a él está uno como teletransportado casi un siglo adelante. El futuro ha llegado. El Vision EQXX es el futuro por venir. Mercedes-Benz quiere decir solo una cosa: se puede hacer.

El objetivo es un número: 1.000 kilómetros a recorrer con una sola carga. Nació con un único propósito: conseguir la máxima eficiencia energética (95%). Sin motores ni baterías monstruosas, sino simplemente sino que cada sector se refina al máximo.

La clave es que sea liviano y con bajo Cx. Se parte de una carrocería de fibra compuesta (carbono y vidrio) con la apariencia de una bala gigante destinada a perforar el aire (Cx 0.17). Está propulsado por un motor único de nada espectaculares 244 Hp, pero esta arquitectura puede acomodar motores que brindan potencias que van desde los 190 hasta los 680 hp. Lo sostiene una plataforma de aleación de aluminio que hace que el Vision EQXX detiene la balanza en 1.750 kg: un peso pluma en el mundo eléctrico.

La protagonista absoluta de este resultado es sin duda la batería, de 100 kWh. En sí, no es un valor extraordinario, pero es el peso y las dimensiones lo que dejan atónito: 495 kg, incluida la gestión electrónica, un 30 % menos que el de un EQS, del mismo tamaño.

¿Cuál es la otra magia de la batería? No tiene un sistema de refrigeración/calefacción, se enfría por aire dinámico, y esto le permite ser tan compacto.

No solo es novedoso en el exterior, sino también en el interior donde, además del uso de formas y materiales inusuales, se perciben ensamblajes y acabados muy cercanos a la producción en serie. 

Al fin y al cabo, ya ha afrontado dos viajes, Stuttgart-Cassis (1.008 km) y Stuttgart-Silverstone, 1.202 km. Entonces, tráfico real, cambios de elevación, variables de ruta que no se pueden planificar en la mesa. Pero hay más: el viaje se hizo con un pasajero porque, según los ingenieros de Stuttgart, la carga de el peso penalizaba menos que tener el coche no perfectamente plano. Esos pocos mm de desequilibrio a favor del lado del conductor, de hecho, habrían afectado a más de los 70 kg adicionales (suponemos) de la segunda persona transportada. Esto muestra la sofisticación del diseño y la aerodinámica. 

Durante las prueba del concepto, el Mercedes Benz Vision EQXX registró un tiempo de 0 a 100 kph de 7,51 segundos que puede no parecer muy impresionante, pero el ingeniero señala que el EV no fue diseñado con mucho torque de bajo nivel y, en cambio, fue diseñado para ser conducido a velocidades de autopista, precisamente donde es más eficiente.

Récord de consumo. 7,2 kWh/100 km.  ¿se podrá verter toda esta sofisticación en la producción en serie?  quizás el futuro está más cerca de lo que pensamos. La Estrella está ahí para demostrárnoslo.

Héctor Daniel Oudkerk

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