domingo, 24 de julio de 2022

Industria / El cierre de la planta de Jeep podría señalar el final de la era de las empresas conjuntas en China. Los chinos ya aprendieron todo lo que querían y pueden volar solos.

La noticia reciente del cierre por parte de Stellantis de su única planta de producción de Jeep en China sorprendió al mundo del automóvil hace unos días. Si bien el fabricante de automóviles continuará vendiendo productos Jeep en el país asiático, el cambio a un modelo solo de importación es revelador. Muy bien podría marcar el final de la era de las empresas conjuntas como las conocen los fabricantes de automóviles en China, el mercado más grande del mundo.

Inicialmente, las empresas conjuntas estaban destinadas a ayudar a las empresas chinas a ingresar al mercado automotriz más rápido de lo que podrían hacerlo por su cuenta. Para Stellantis, su participación comenzó hace más de una década en 2010 cuando se asoció con la empresa china Guangzhou Automobile Group Co. (GAC). El año pasado, Stellantis cerró una de las fábricas que operaba como parte del trato y ahora, la única que le queda produce productos Peugeot. 

Michael Dunne, director ejecutivo de ZoZo Go, una consultora que asesora a las empresas sobre cómo navegar en la industria automotriz de China, le dijo al medio Bloomberg que no se trataba solo de una sola empresa que tomaba una sola decisión sobre una sola línea de productos. “Puedes sentir que el impulso ha cambiado a favor de las marcas chinas… El gobierno está hablando de autosuficiencia, nacionalismo, depender de nosotros mismos. Los consumidores chinos dicen: 'Ahora puedo conseguir un coche bastante bueno de marcas chinas".

Esa actitud tampoco es tan sorprendente teniendo en cuenta que Geely, Dongfeng, Sehol y más empresas están lanzando activamente conceptos y productos nuevos e innovadores al mercado. A principios de mes, BYD superó a Tesla como líder mundial en ventas de vehículos de nueva energía (NEV).

Tesla mismo parece estar bien a pesar de la desaceleración de la producción en la región, pero otros fabricantes de automóviles principales no lo están haciendo tan bien. Marcas como Volkswagen y General Motors son consideradas “las potencias del ayer” por Michael Dunne. Por su parte, Jeep todavía planea crecer durante el resto de la década en China a pesar del cierre de su planta de producción

El año pasado, Jeep ganó 3970 millones de dólares (3900 millones de euros) combinados entre sus regiones de Asia-Pacífico, China e India. Quiere ganar 20.300 millones de dólares (20.000 millones de euros) para finales de la década. Sin duda, tendrá que conquistar más del 0,6 por ciento del mercado (como lo hizo el año pasado) para lograr ese objetivo pero solo con vehículos importados a China.

Héctor Daniel Oudkerk.

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