viernes, 25 de marzo de 2022

Industria / Los activos tóxicos de Renault en Rusia por valor de 2.400 millones de dólares hace tambalear a la marca francesa, que se debe unir obligada al éxodo del mercado. Rusia anunció que decidirá sobre el uso futuro de la planta de Renault en Moscú la próxima semana.

La importancia del mercado ruso para Renault es notable.

Hace quince años, Vladimir Putin tenía un problema importante con AvtoVAZ, la fabricante de los automóviles Lada favoritos de la era comunista. La empresa estatal rusa estaba luchando para hacer frente a la competencia de los fabricantes de automóviles extranjeros que se aventuraron en Rusia tras el colapso de la Unión Soviética.

Cuando el Kremlin decidió poner a la venta una participación accionaria en AvtoVAZ en 2007, los fabricantes occidentales se presentaron entusiasmados vislumbrando grandes oportunidades.

Renault prevaleció sobre la General Motors y Fiat, y Putin apostó a que el entonces jefe Carlos Ghosn respetaría la identidad rusa de la compañía de la misma manera que lo había hecho con los japoneses de Nissan al realizar la alianza Renault-Nissan y le dio a Renault el gran negocio.

Carlos Ghosn y el Presidente Vladimir Putin

Renault anunció el miércoles el valor de sus activos en Rusia son de 2.200 millones de euros (2.400 millones de dólares), una cantidad equivalente a aproximadamente un tercio de su capitalización de mercado teniendo una participación de más de dos tercios en AvtoVAZ, con nada menos que 45.000 empleados.

Durante semanas, Renault se mostró reacia a sumarse al éxodo masivo de empresas de Rusia. Cerrar plantas  iba a ser mucho más costoso para el fabricante de automóviles que para sus rivales (y para Francia misma ya que el estado francés es un importante accionista de Renault).

Renault vendió más de 480.000 vehículos en Rusia el año pasado, solo superado por Francia y más del doble de sus entregas en cualquier otra naciónRecordemos que al firmarse la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi la marca francesa se limitó a los mercados de Europa, al importante ruso y Sudamérica de menor volumen dejando a las japonesas los importantes mercados del Asia-Pacífico y de EEUU-Canadá-México.

Sin buenas opciones para elegir, Renault intentó mantener una apariencia de status quo y hacerse los distraídos. Días después de que Rusia invadiera Ucrania, la empresa detuvo temporalmente su planta de ensamblaje cerca de Moscú aduciendo problemas de suministro y logística. AvtoVAZ sucumbió a las mismas tensiones, pero ambos establecieron fechas para cuando planeaban reanudar las operaciones.

Cuando Renault reabrió las instalaciones de Moscú esta semana, las críticas no tardaron en llegar…. Un miembro del parlamento pidió un boicot en el Reino Unido y el Presidente Zelenski junto al Ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania hicieron lo mismo poco después.

En cuestión de horas, la empresa cedió, suspendiendo la actividad en la fábrica de Moscú.

Renault ya estaba en terreno inestable antes de la invasión de Rusia. La salida conflictiva de Ghosn de Nissan a fines de 2018 desestabilizó la alianza de las dos compañías casi hasta el punto de la ruptura total.

El plan del nuevo director ejecutivo Luca de Meo era que Renault obtuviera márgenes de ganancias aún escasos en los años venideros y con eso se daba por satisfecho…pero ahora la capitalización de mercado de la compañía ahora ha vuelto a caer por debajo del valor del peor momento de su conflicto con Nissan.

De Meo no ha hablado públicamente sobre lo que pasó con la idea de la gerencia de Renault sobre quedarse o irse. Por el momento, las sanciones diezmarán la economía de la empresa y el activo enterrado en Rusia ha demostrado ser demasiado tóxico.

Los Presidentes Valadimir Putin y Macrón afectados mutuamente por las sanciones económicas impulsadas por Biden.

El homólogo de De Meo en el mayor rival de Renault, el presidente ejecutivo de StellantisCarlos Tavares, es uno de los pocos jefes occidentales que ha tratado de justificar el mantenimiento de las líneas de montaje en funcionamiento. Dijo a principios de este mes «que retirarse de Rusia perjudicaría a los trabajadores (y a ellos sobretodo), no a Putin«. «No creo que tengamos que hacer anuncios sobre retirarnos o no«, dijo Tavares a los periodistas. «Lo importante es que cuidemos a la gente» ( y de paso a nuestras inversiones).

Dada la rapidez con la que la campaña de presión sobre Renault forzó su cierre, es posible que la fábrica de camionetas de Stellantis (Peugeot, Citroën, Opel y Fiat) cerca de Moscú no opere por mucho más tiempo.

Como mencionamos antes el comunicado ruso fue del 24-3-2022 fue este: «El Ministerio de Industria y Comercio discutirá las perspectivas de desarrollar la fábrica de Renault Rusia con el gobierno de Moscú. Las soluciones conjuntas se anunciarán a fines de la próxima semana«. La fábrica de Moscú propiedad de Renault produce el Renault Duster, Kaptur y Arkana y el Nissan Terrano.

El Ministerio de Industria ruso agregó que se estaba haciendo todo lo necesario para reanudar las operaciones en las líneas de ensamblaje de AvtoVAZ, con un contenido reducido de componentes de origen extranjero.

fuentes Bloomberg. Europa auto-news.com,

Héctor Daniel Oudkerk

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