jueves, 7 de octubre de 2021

En España la subida del precio de la luz provoca que cargar un auto eléctrico sea un 135% más caro que hace un año. La amortización frente a uno con motor térmico llega hasta los 4 años si es que no sigue aumentando la electricidad...

El gran aumento del precio de la electricidad ha provocado que miles de familias españolas (muchas que ni sueñan en tener un vehículo eléctrico) se encuentren en una situación de auténtica vulnerabilidad energética. Por no pagar la luz del hogar, pero también por las consecuencias indirectas que esto está teniendo. Lo principal cae sobre los autos eléctricos (y plug in), que han encarecido sus gastos obligados ya que cargarlos ahora tiene un costo medio de 447 euros anuales (500u$s).

Obviamente al haber ya impuesto la movilidad eléctrica las empresas que hicieron lobby para que esto se logre y gastaron en grupos ambientalistas multimillonarias sumas están apuradas por recuperar la inversión y esto repercute sobre los autos y también sobre el consumo hogareño.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) sigue demandando medidas intervencionistas en el mercado energético y esta vez ha usado el efecto sobre los vehículos eléctricos para justificar el importante aumento de los gastos que están teniendo que hacer frente los hogares españoles.

Con un sobrecosto del 135% respecto al inicio de octubre de 2020, recargar un coche por la noche (horario valle) hace 365 días costaba 190 euros (218 u$s), contra los 447 euros (500 u$s) que supone con el precio actual de la electricidad. Además, en lo que va de 2021, el aumento ha sido de casi un 40% de media lo que ha provocado que la amortización de un vehículo eléctrico tarde más años.

Comprar un auto eléctrico sigue siendo más rentable a largo plazo que uno de motor térmico, pero se necesitan más años para amortizarlo…así, mientras hace un año la amortización del sobrecosto que supone un eléctrico sobre un térmico (que es unos 7.500 euros / 8600 u$s más barato) era de dos años y medio, ahora con el precio de la electricidad este periodo se ha incrementado a cuatro años. Prueba directa de que, pese a la subida, un coche que no usa motor de combustión sigue siendo más rentable pero eso si a muy largo plazo.

Recargar en un supercharger es aun mucho más caro que en el domicilio y queda esta opción reservada a urgencias o viajes alejados.

Y es que ‘llenar’ por completo un tanque de un eléctrico es menos de la mitad de caro que un gasolina (1.006 euros) al cabo de un año. Unas estimaciones que se hacen sobre los 10.000 kilómetros. Esto se entiende puesto que aunque la gasolina y el Diésel también han incrementado su precio, la electricidad lo ha hecho en mayor medida lo que puede suponer una traba para los usuarios que quieren cambiar su vehículo. Por ello, la institución aboga porque el Ejecutivo español tome cartas en el asunto y entre de lleno en el mercado para regular un precio que no solo afecta ya al consumo de los hogares y la movilidad sostenible.

Dejando de lado si la electricidad que cargamos es verde o no…

/fuente : https://www.eleconomista.es/

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